Nuestra Comunidad Educativa tiene como marco referencial el carisma de las Siervas de San José, recogida en la Propuesta Educativa Institucional (PEI).
Pretende la educación integral de los alumnos/as potenciando actitudes positivas ante el trabajo, cultivando la fe y ayudando a crecer en el amor. Favorece un clima educativo que humaniza la vida y forma personas que esperan, creen y colaboran en la construcción de un mundo más humano y solidario.
Está orientada a “aprender a ser” y se relaciona con la inteligencia existencial o transcendente (Howard Gardner)
Plantea caminos para la felicidad, para vivir en profundidad y se relaciona con el valor de la transcendencia. Capacita para la admiración, la interioridad y el misterio.
Integrado en la Iglesia Local, comparte activamente su misión Evangelizadora.
Avanzamos hacia una sociedad nueva, dinámica y plural, diversa y multicultural, que busca la verdad el bien y la fraternidad,
Miramos a la persona, libre, solidaria, responsable, en búsqueda de la transcendencia de modo que le capacite para comprometerse con los valores de justicia y solidaridad.
Tenemos como referentes a los FUNDARORES, Bonifacia y Francisco Butiñá, ejemplos de vida en el hacer cotidiano en clima de Taller, a ejemplo de Jesús, María y José.
A partir del Plan Marco de Pastoral (PMP) que ilumina nuestras acciones educativo pastorales, trazamos el Plan Pastoral para cada curso.
DONDEQUIERA QUE VAYAS
El lema que nos acompaña este curso es «Dondequiera que vayas» (Lc 9,57) y nos invita a ponernos en camino junto a Jesús, como aquel discípulo que se acerca y le dice: «Te seguiré adondequiera que vayas». Jesús no le promete comodidad ni seguridad, sino que le abre la puerta a un seguimiento radical: seguirle es estar dispuesto a ir allí donde la vida nos lleve, confiando en que Él estará siempre con nosotros.
Este “dondequiera” no es un único lugar, sino todos los espacios de nuestra vida:
El lema nos recuerda que la llamada de Jesús es personal y comunitaria al mismo tiempo. Nos llama a:
En definitiva, este lema es a la vez invitación y promesa:
Caminar con Jesús significa descubrir que Él nos acompaña en cada paso del camino, que nunca estamos solos, y que nuestra vida, en lo grande y en lo pequeño, es lugar de encuentro con Dios.